7/10/2010

Bangladesh: Crónica del país más poblado del mundo


Jordi Joan Baños 
Nunca había visto una bandera de España tan grande, exceptuando la que Aznar apuntaló en la madrileña plaza de Colón. Se extiende de acera a acera, como penúltimo arco que cruzar antes de entrar en el santuario de Hazrat Shah Jalal, un santón sufí del siglo XIV. Esto es Bangladesh y hoy es viernes. A la salida de la oración del mediodía, multitudinaria, la calle está repleta de tullidos -sin un brazo, sin una pierna, sin ninguna- depositados, no a la sombra, sino sobre el asfalto ardiente, como en una crepitante barbacoa. "Alaaaaá", gimen ininterrumpidamente, a fin de convertir la riada de fieles en un moderado flujo de zakat o limosna. Los triciclos a pedales y los triciclos motorizados, hoy cargados de familias, los sortean como si fueran boyas. Esto es, concretamente, Sylhet. Lo cual no es decir mucho, si no se añade que es el epicentro mundial de la emigración de bangladeshis. Y si hay un país al que la demografía y el cambio climático van a seguir forzando a emigrar en las próximas décadas es Bangladesh, que con 160 millones de habitantes -prácticamente a nivel de mar- es también el país más densamente poblado del mundo.

Del mismo modo que la inmensa mayoría de los pakistaníes en Europa proceden del distrito de Gujrat -en casa hablan punyabi, no urdu- más del 90% de los emigrantes bangladeshis proceden de aquí, de Sylhet, y hablan la lengua local -un dialecto asamés- más que bengalí. De hecho la llanura de Sylhet no pertenecía a Bengala, sino a Asam, y pasó a formar parte de Pakistán (Oriental) por ser musulmana en un 85% y previo referéndum.

En el subcontinente indio, como todo el mundo sabe, el críquet es el deporte rey. El fútbol sólo le interesa a la élite urbana. Con la notable excepción de Bengala, tanto la Occidental (en India, capital Calcuta) como la Oriental (Bangladesh, capital Dacca). Ahí no hay fractura ni trauma ni frontera que valga.

El trayecto desde Meghalaya, la zona más lluviosa del mundo, en el noreste de India, hasta Bangladesh, es una maravilla. Dos cosas cambian abruptamente. Una, el paso en picado de la jungla montañosa a la llanura esmeralda. Y dos, la profusión de banderas. En India sería imposible, porque la exhibición de enseñas extranjeras está prohibida -todas ellas, aunque en su día la intención fuera prevenir muestras de adhesión a Pakistán en zonas de mayoría musulmana. El federalismo indio es de gran calado y está en adaptación permanente desde hace sesenta años, secreto de la unidad por la que nadie daba un duro. Sin embargo, a diferencia de la España del café para todos, los nuevos estados indios no tuvieron que improvisar banderas, como tantas comunidades autónomas, porque la única bandera autorizada es la de India. Sólo Cachemira, que ya tenía bandera propia, la ha visto reconocida -además de otras particularidades legales.

En esta parte del subcontinente, uno tiene que frotarse los ojos porque los niños no juegan al críquet, sino al fútbol. Aunque de camino a Sylhet veo varios campos de fútbol cubiertos por más de un metro de agua. En el primer puesto de té junto a la frontera me preguntan por mi país de origen. A continuación quieren saber si juego al fútbol. Les explico que más bien jugaba, de niño, de portero. La precisión no les interesa. Abren más los ojos y, desde entonces, me presentan a los que van llegando como "un guardameta español", cosa que, tal como está el Mundial, provoca mayor apertura de ojos y un silencio expectante.

Sin embargo, el Mundial, en cierta manera, ha terminado para los bengalíes. Como en India, las preferencias se repartían a partes iguales entre Argentina y Brasil. Tras sus respectivas eliminaciones, y dando muestra de cintura identitaria, los bengalíes se han decantado en masa por España, aunque la mayoría no sepan dónde está ni les importe lo más mínimo. El barbero, el camarero, el botones, el tendero... sin excepción, todos me declaran su apoyo a la Roja, exhibiendo unos dientes y encías no menos rojos por el consumo de gutka./ leer más.../

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From: marioenrique, 1 hour ago