La voz y la conciencia del pueblo palestino
El poeta palestino Mahmud Darwish. (Foto: EFE)
El poeta palestino Mahmud Darwish no sólo era la voz de su pueblo, sino también su instancia moral. Porque su crítica envuelta en versos no sólo estaba dirigida contra Israel, sino también contra la dirigencia palestina o contra grupos palestinos enemistados.
Como ningún otro poeta, Darwish tematizaba la historia de las pasiones palestinas. Temas como expulsión, pérdida de la patria, ocupación y la lucha por la independencia se van enlazando en su obra poética. "La poesía no puede cambiar al mundo, pero puede encender velas en la oscuridad", describió Darwish. Con 67 años el poeta falleció el pasado día 9 de agosto, producto de una operación al corazón en Houston, en el estado de Texas.
Ya antes Darwish se había sometido a dos operaciones del corazón, por lo cual trataba el tema de la muerte con mucha naturalidad. "Ella (la muerte) no debe llegar como un ladrón. Prefiero que me haga pasar un mal rato", dijo alguna vez Darwish al diario israelí "Haaretz".
En la región de Gaza, liderada por el movimiento islamista Hamas, ningún evento fue aplazado. El poeta había criticado en sus poemas la violencia que llevó a Hamas a controlar la mayor parte del territorio, el año pasado.
La obra de Darwish está permeada por su compromiso político para lograr un estado palestino independiente. Sin embargo el artista resultó ser una voz incómoda para la dirigencia palestina. Aunque fue votado en 1987 para integrar el Consejo Central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), renunció, en señal de protesta por la firma del tratado de paz en Oslo, a su cargo de presidente para la Comisión de Cultura, Religión e Información del Consejo Central, en 1993.Darwish no sólo es considerado el poeta nacional de Palestina por antonomasia, sino que también fue honrado como uno de los más importantes poetas contemporáneos del mundo árabe. Sus más de 30 volúmenes de poesías fueron traducidos a más de 30 idiomas.
Una de sus recientes obras, de 2002, titulada 'Estado de Sitio' se centró casi por completo en la vida de los territorios palestinos durante la segunda Intifada.
Hace ocho años el artista casi provoca una crisis de gobierno en Israel, cuando el entonces ministro de Educación, Jossi Sarid, quiso incluir algunos de sus poemas en el currículo escolar israelí. Los partidos de derecha amenazaron entonces con retirarse de la coalición de gobierno. Darwish se sintió muy apenado por eso, pero hasta el día de su muerte estaba convencido del triunfo de la razón y que habrá paz entre Israel y Palestina. "Tengo paciencia y espero una profunda revolución en la conciencia israelí", agregó.
Mahmoud Darwich nació 1941 en el pueblo de Al-Birwa, en la Galilea, y ha sido el poeta palestino más reconocido en el exterior, honrado con reconocimientos como la medalla del Caballero de las Artes las Letras de Francia en 1997, el premio Lotus en 1969, el Lenin, en 1983, el premio de la fundación Lannan a la libertad cultural, en el 2001, y el Príncipe Claus de Holanda, en 2004.
Tras el estallido de la primera guerra árabe israelí, su pueblo fue destruido y sus habitantes obligados a un exilio forzo.
Tras su vuelta del Líbano, donde permaneció por un año, Darwish vivió en diversas localidades de los territorios palestinos, donde era detenido reiteradamente por las autoridades israelíes por sus escritos y su actividad política contra la ocupación.
En 1960, a la edad de 19 años, escribió su primer poema, titulado Pájaros sin alas. Un año más tarde ingresaría en el Partido Comunista de Israel, formación judeo árabe. Publicó su primera obra, "Hojas de Olivo", a los 22 años de edad desde entonces ha escrito más de una veintena de libros de poesía y cinco de prosa y sus textos han sido traducidos a más de 20 idiomas.
Su célebre poema de 1964, Identidad (Sajjel: Ana arabi), basado en un formulario israelí, se convirtió en un himno del todo el mundo árabe.
En 1970 se vió obligado a abandonar su tierra y exiliarse primero en Moscú y luego en El Cairo, Beirut y una sucesión de capitales árabes.
Fue el autor, en 1988, de la Declaración de la Independencia Palestina, lo que le valió, junto con su obra en defensa de la libertad y de su tierra, el sobrenombre de "poeta de la resistencia", si bien también supo cantar a la vida y al amor.
Él está tranquilo
Él está tranquilo, yo también
sorbe un té con limón
bebo un café,
es lo único que nos distingue.
Él lleva, como yo, una camisa amplia a rayas
yo hojeo, como él, los periódicos de la tarde.
Él no me ve cuando miro de reojo,
yo no le veo cuando mira de reojo,
él está tranquilo, yo también.
Pregunta algo al camarero,
pregunto algo al camarero...
Una gata negra pasa entre nosotros,
acaricio su noche
acaricia su noche...
Yo no le digo: está despejado,
el cielo está muy azul.
Él no me dice: está despejado.
Él es el observado y el observador
yo soy el observado y el observador.
Muevo la pierna izquierda
mueve la pierna derecha.
Tarareo una canción,
tararea una canción parecida.
Pienso: ¿es el espejo en el que me veo?
Luego le miro a los ojos,
pero no le veo...
Abandono el café aprisa.
Pienso: quizá sea un asesino, o quizá
uno que habrá pensado que yo soy un asesino.
Él tiene miedo, ¡y yo también!
Traducción de Luz Gómez García. Mahmud Darwix (Birwa, Palestina, 1941) es autor de El fénix mortal, Estado de sitio (ambos en Cátedra), El lecho de una extraña y Menos rosas (ambos en Hiperión). 'El está tranquilo, yo también' pertenece a su libro, inédito en español, No te excuses (La ta'tádiru an ma fa'alta, Beirut, 2004).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario