La reincidente expresión del delirio azerí y el Fuerte de Ereván | |||||||||
Editorial de "Hayern Aysor" | |||||||||
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Una nueva tergiversación azerí pretende ignorar en una web con su reincidente delirio seudocientífico el acto fundacional del Rey Arkishti de Erepuní, en el año 780 Antes de Cristo, adjudicándole origen azerí a un fuerte construido siglos después en los años 1580-1582 durante la ocupación de Ereván por el ejército del Shah de Persia. Luego agregan que “400 años después, los armenios, estableciéndose sobre tierras azeríes, le dieron al río un nombre armenio, Hrazdán”. ¿También ante este nuevo delirio de Bakú los armenios funcionarios y los nativos de Ereván no dirán en Buenos Aires que esta boca es mía? Lea y reflexione sobre la denuncia que se publicó en la publicación “Hayern Aysor” del Ministerio de la Diáspora. Recientemente los bloggers azeríes han creado un nuevo sitio: erevangala500.com y por ese medio, recordar el 500° aniversario de la creación del fuerte de Ereván. Pareciera –y exteriormente debería sorprendernos-, que el gobierno azerí se ha alejado de la xenofobia y esté contento para que hayan sido ellos los primeros en recordar el aniversario de la destrucción de aquel fuerte maldito, ocurrida en 1827. Sin embargo, en realidad, los azeríes nuevamente se ocupan de distorsionar la historia y de apropiarse del patrimonio ajeno. En este caso, ellos consideran como propio el fuerte y la ciudad de Ereván. En esa web han ubicado una obra de Franz Rubeau (quien es famoso, sobre todo, por su “Batalla de Borodino”), reproduciendo la ocupación del fuerte de Ereván el 1° de octubre de 1827. Junto a esa obra, han escrito “Frente a ustedes, la obra del pintor ruso “La ocupación del fuerte de Ereván, 1° de octubre de 1827”. Hoy se ha vuelto la prueba artística de aquella historia, dado que se ha presentado el fuerte de Ereván, con las cúpulas de las mezquitas y gente con indumentaria oriental. Esto es una prueba indiscutible de que el fuerte de Ereván no ha pertenecido, no a los armenios, sino a los musulmanes, más precisamente, a los azerbeijanos. Hasta la creación del janato de Ereván, se encontraba en Armenia uno de los cuatro beleirbekatos de la dinastía Sefe de Chujur Saad. En 1504, el shah Ismail, de los Sefe, resolvió construir para el general Revancul, una fortaleza en ese territorio. El fuerte se construyó en el lapso de siete años, en un acantilado rocoso del río Zang. 400 años después, los armenios, estableciéndose sobre tierras azeríes, le dieron al río un nombre armenio, Hrazdán y al fuerte lo denominaron con el nombre del Revancul Jan: Reván, y luego, lo denominaron Ereván. La ciudad se hizo famosa por sus minaretes. En el fuerte había ocho mezquitas, 800 casas y vivían allí, exclusivamente, azerbaijanos. El que lee todo esto puede aterrorizarse pensando en el grado de delirio al que llegó este pueblo, que se adjudica a él la historia de otros, consideran a Ereván una ciudad azerbeijana de origen, por la cual los armenios han cometido “vandalismo”… ¿Dónde estaban los azeríes hace quinientos años? Muchos lo saben: una tribu nómade que formaba parte de la etnia de los turcos y acerca de la cual existen registros solamente en el siglo XIX, como tártaros caucásicos. En 1918, la tribu se transformó en una masa con Estado. El fuerte de Ereván fue construido por príncipes persas que ocuparon Armenia, quienes naturalmente, no podían ser azerbaijanos. Considerando el fuerte como una de las obras cumbre de la arquitectura medieval azerbaijana. Los azeríes, de hecho, están apropiándose de la cultura e historia persa, haciendo así, piratería histórica. Por supuesto, nosotros conocemos nuestra historia. La saben también muchos expertos del Cáucaso y cualquier apropiación azerbaijana puede ser considerada risible. Sin embargo, hoy resulta imperativa la impugnación oficial de todo esto, la refutación de la inmoralidad histórica azerí en las tribunas internacionales, ya que intentando crear la historia de su propio pueblo, ese país se apropia de todo lo que pertenece a otros países de la región. A todo esto, se suma la reciente declaración de Ilham Aliev, acerca de que el “retorno” de las tierras de Karabagh por medios bélicos, corresponde a los estatutos de la Organización de las Naciones Unidas. Por lo tanto, tenemos que ocuparnos de un fenómeno extraordinario, acerca del cual el mundo no desea manifestarse. Mientras todo esto, puede tener secuelas y perjudicar tanto a nuestra historia e identidad, como a la inviolabilidad de nuestras fronteras. Es tiempo de que agrupándonos, también con la potencialidad científica y política de la Diáspora, los círculos científicos de Armenia, se manifiesten con declaraciones multidisciplinarias para denunciar, de esta manera, la piratería histórica y la distorsión de la realidad que practican los azerbeijanos. Levón Mutafian Diciembre de 2011 ; “Hayern aysor” Publicación del Ministerio de la Diáspora de Armenia |
1/14/2012
Armenia, los azeríes y el Fuerte de Ereván
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