Acercamos a nuestros visitantes un artículo del maestro Antonio Ferer, historiador por vocación , y actualmente, presidente "in tempore" del bloque justicialista en Tandil.
Apuntes de la fundación de Tandil y después
(Por el profesor Eduardo "Toni" Ferrer). La fundación del Fuerte de la Independencia —4 de abril de 1823— debe ser interpretada dentro de un contexto caracterizado por el desarrollo de la ganadería, incentivada por la exportación de cueros y otros derivados del vacuno, que se convierten en la actividad predominante.
La ampliación del mercado mundial de cueros y carne convirtió en un problema apremiante lograr una adecuada provisión de tierras, ya que el desarrollo ganadero pasaba por el crecimiento del stock de ganado y el aumento del tamaño de las explotaciones. Esto determina la necesidad de una clara política de fronteras que el sector ganadero alzará como impostergable reivindicación. En respuesta se iniciará desde el Estado Provincial una serie de campañas militares, cuyo pico se registrará entre 1821 y 1823 que extenderá el área territorial de la provincia de 39.258 Km2 en 1819 a 182.655 km2en 1833.
Esta escalada militar se concretará en la instalación de numerosos fortines: de la Independencia (hoy Tandil), Federación, 25 de Mayo, Protectora Argentina, Blanca Grande, Azul y Tapalqué, proceso coronado por la expedición de 1833 comandada de hecho por el mismo Juan Manuel de Rosas.
El antiguo asentamiento de importantes parcialidades mapuches, en las zonas más fértiles al sur del Saldado, que ejercían actividades ganaderas y comerciales competitivas con el proyecto económico de los hacendados porteños, requirió su desplazamiento militar pues representaban el mayor escollo para su concreción. El Coronel Pedro A. García, que recorre la región en 1821, señala claramente la importancia que tendría controlar los territorios centrales de las sierras tandilenses: “...las calidades del terreno transitado son las mejores que puedan encontrarse en los vastos campos que habitan estas tribus. Los campos inmediatos, a una y media a dos leguas de las primeras sierras al norte o al sur, son deliciosísimos, y a propósito para la labranza y cría de ganados: posiciones ventajosas para establecimientos, aguas las mejores de los arroyos que descienden de las sierras, abras, colinas y llanuras para poblaciones...”. Dos años después, la fundación del Fuerte Independencia materializará la etapa inicial de este plan gubernamental, posibilitando el control de nuevos espacios que con posterioridad darán origen a las primeras estancias.
El proceso de división de las tierras aledañas al Fuerte Independencia ha sido analizado, entre 1824 y 1839, por Funes Derieul, quien nos indica que: “…los primeros enfiteutas (son: Juan Nepomuceno Fernández; Bernardo José de Ocampos, Jacobo Varela, José María Safari, Nicolás Guerra, José Miguens, Manuel Arroyo y Pineda, Juan H. Coe, Pedro Burgos, Victorino Aristegui, Mariano Baudrix, José Valerio, Marcelino Pareja, Domingo Anglada y Ramón Ignacio Gómez. Como primeros propietarios a tenor de premios militares, el Cnel. Martiniano Rodríguez y Manuel Guerrico, y como primer comprador de tierra pública: Pedro José Vela...”.
Doña María Agüero: Una de las primeras mujeres en Tandil
En este momento de la parcelación del territorio, no se quiere dejar pasar, la entrega de un terreno, a una de las primeras pobladoras efectivas de Tandil —sino la primera—, Doña María Agüero. En el Archivo Histórico Municipal de Tandil, aparece una nota de su hijo en la que reclama por ley, el terreno que le fue cedido por el Gral. Martín Rodríguez el año 1822, diciendo de la siguiente forma:
“Señor Presidente de la Municipalidad
La vecina Doña María Agüero hace presente que teniendo conocimiento de que el gobierno por su Ley de Tierra del año 58 y 62 concede como privilegio de antigüedad propiedad de los terrenos que por la municipalidad le hayan sido concedidos en enfiteusis para vivir y poblar en quintas y chacras.
Solicito de esta corporación el apoyo que fuera necesario para obtener del gobierno el Solar que tiene lindando con el Fuerte Independencia por el Este como primera pobladora y por toda la vecindad conocida cuya constante posesión ocupa hasta el día. Cuyo terreno le fue concedido por el Gral. Martín Rodríguez el año 22.
Gracias y justicia que espera merecen de Ud.
Por mi señora madre
Benedicto Agüero Tandil Agosto 8, 1865”.
El día 4 de abril de 1823 se delineó la formación de un pueblo denominado Tandil. Ese mismo día el Gral. Rodríguez envió notas al gobierno, una de ellas expresaba:
“Fortaleza de la Independencia del Tandil, Abril 4 de 1823.
“Excmo. Señor: Después de practicado prolijamente el reconocimiento del terreno y trazado el plan por los Ingenieros del Ejército, según el diseño que tengo el honor de remitir, hoy a las 6 de la mañana, con asistencia de los jefes y oficiales, entre los estruendos de una salva de artillería, la música de cazadores, y demás instrumentos bélicos, de todos los cuerpos, se ha dado principio por 260 hombres, provistos de las herramientas necesarias a los trabajos de la fortaleza denominada de la Independencia, situada en la falda de la sierra del Tandil, sobre el arroyo del mismo nombre. Este establecimiento sostenido y cuidadosamente conservado formará en adelante la principal y primera riqueza de Buenos Aires.
Campos hermosos, extendidos y quebrados, pastos fuertes y abundantes, aguadas de un gusto exquisito, permanentes por todas partes, lugares privilegiados para todo ramo de agricultura y frutos, sitios aparentes para establecer pueblos defendidos de los vientos más incómodos, y a poca costa de las irrupciones de los bárbaros, y la facilidad del comercio con estos, son los elementos que presenta reunidos la nueva fortaleza y frontera. El Capitán General al bosquejar estas ventajas se siente conmovido del placer que le causa tal adquisición, y no puede persuadirse que las diferentes clases productoras del país desaprovechen una proporción tal que les facilite no sólo los medios de concurrir a sus necesidades, sino también las de engrandecer su fortuna de un modo que puedan en corto tiempo competir con las primeras de la provincia de su clase”.
A más del plano que representa la fortaleza, se está trazando bajo la protección de ellas el de un pueblo donde puedan reunir las familias, y estar al abrigo del terror y estragos que pudiera causar alguna invasión repentina y tal vez, a lo que prevé el Gobernador, esta será algún día una ciudad populosa y rica, que con sus producciones y comercio concurra a elevar las rentas permanentes para el sostén de las cargas públicas de la provincia, acaso al agrado que necesita, y aumentar el respeto y grandeza a que por la naturaleza está destinada”.
Por último, según Walther, el Gobernador Rodríguez velando por el prestigio de su gobierno insistió en solucionar el problema de la seguridad en la campaña. Sin embargo, a pesar de que, se avanzó la frontera en su extremo sur hasta las sierras del Tandil, no se pudo concertar una paz definitiva con los aborígenes, como era un deseo del Mandatario, por lo que la campaña basó su tranquilidad en la voluntad de los indios.
Bibliografía
Fernández Pardo, Carlos A. (1982):
Araya, José M. & Ferrer, Eduardo (1988): El Comercio Indígena: los caminos al Chapaleofú,
García, Pedro Andrés (1969/1972 [1821]): “Expedición a la Sierra de la Ventana.
Sánchez Zinny, E. F.: “La Guardia de San Miguel del Monte”, en Walther, Juan Carlos.
“Diario del Ejército en la Expedición al establecimiento de la Nueva Frontera al sud. Mandado en Persona por el Gobernador y Capitán General de la Provincia, Brigadier Don Martín Rodríguez, en dos cuadernos con la Memoria Geográfica de la Campaña hecha en el año 1823...” en Suárez García, José M. (1954): Historia de la Parroquia de Tandil.
Archivo Histórico de Tandil
Fuente: tandildiario
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