“Mirar el pasado desde el presente para entender por qué estamos como estamos y también poder proyectar el futuro en función de lo que uno vea. Ese es el sentido de la historia, por eso es tan apasionante bucear hacia atrás y ver qué pasó y por qué pasó” explica Daniel Argemi, autor de “Orígenes de la Nación y del pago Chico”.
Daniel Argemi, tandilense por adopción, profesor de historia y ciencias políticas es autor de “Orígenes de la Nación y del Pago Chico”. Confiesa que su vida es la historia y que es feliz dando clases e investigando. Considera que Tandil es una ciudad riquísima que lo enamoró.
“Hace más de una década –recuerda Argemi- yo protestaba porque no tenía material de la ciudad, una ciudad que no conocía. No podía mecharlos, incorporarlos a veces a la clase de historia. Comentándolo en una sala de profesores, una colega ya jubilada me lanzó el desafío: vos sos profesor de historia, ¿Por qué no te ponés a escribir? Y a partir de ahí empecé a recolectar cosas, datos, informaciones, archivos, a contactar gente. Pasaron diez años de investigación, de búsqueda y creo que llegó el momento de largarme a escribir. Un año estuve produciendo este libro de lo que yo llamo el Proyecto Editorial Historia Integral de Tandil. Este es el volumen uno de siete, la idea es producir un libro por año, es ambicioso el proyecto. Del volumen dos que saldría en junio de 2010, si cuantifico ya tengo el veinticinco por ciento escrito.”
En tren de describir el primer volumen, Argemi comenta: “tomo 1760 a 1819, relacionando lo local con la historia de la provincia y la historia de la nación. Es interesante ver el juego de qué está pasando con las autoridades nacionales, con el estado y con la sociedad argentina en general. Cómo eso repercute o no en la sociedad tandilense, en el gobierno tandilense y sobre todo nuestra provincia cómo se maneja dentro de este esquema. Un fuerte eje temporal para ir viendo cómo se relaciona cada hecho.”
Anticipando el contenido del libro, el autor menciona que “por esa época había por acá en el pueblo chico, pueblos originarios. Hay viajeros que recorren la región y dejan crónicas, cuentan qué encontraron, con quiénes se encontraron, cómo es el paisaje, cómo es la fauna, cómo es la flora. Qué los motiva a venir acá, por qué no se quedan tranquilos en Buenos Aires, por qué quieren cruzar el Salado y ocupar esta región y pelearles a los indios para quitarles el territorio. Podían recorrer veinte, veinticinco kilómetros por día. Había que dormir a la intemperie, había que establecer un campamento. En general intentaban acercarse a las parcialidades indígenas para interactuar a partir de regalos, para que les permitan el paso pacífico por esta región.”
Finalmente Argemi explica también que “los padres jesuitas por ejemplo hacen toda una experiencia de querer hacer una reducción en la zona de Tandil, evangelizar a los grupos indígenas. Una experiencia que fracasa, indudablemente porque los indios no se adaptan al modelo de los jesuitas, pero además hay algunos grupos que son hostiles y van a obligar a que la reducción después dos años -la atacan, la queman- se cierre, y finalmente los padres jesuitas se retiran de la zona.”
Fuente: Tandil Diario
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